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CINE: Duelo de Titanes

La historia se centra en un episodio de la vida real ocurrido en 1971 en la ciudad de Alexandría, en el estado de Virginia de los Estados Unidos de Norteamérica. Un entrenador de raza blanca del equipo local de fútbol, The Titans, Bill Yoast (a cargo de Will Patton), ve peligrar su puesto cuando se asigna para ese mismo cargo a otro entrenador, de raza negra, Herman Boone (protagonizado por Denzel Washington). Con una pequeña niña a su cuidado, Yoast está a punto de dejar la ciudad al sentirse desplazado. Algo le hace comprender que, aún siendo el segundo de Boone, podrá destacarse. El tema se traslada a los jugadores: por un lado, los negros, y por el otro, los blancos, en una época de marcada discriminación. Bonne (del mismo nombre en la vida real, colaboró con el guionista del film) necesita hacerse respetar para sobrevivir. Y opta por obligar a negros y blancos a cualquier tipo de tolerancia, a convivir en el mismo cuarto, a compartir el pan, los datos personales, etcétera. Les exige a todos por igual a la hora de marcarles los errores. Jamás aflojará en su férrea autoridad. De a poco, el equipo logra ensamblarse pero aún falta el decidido apoyo de Yoast, que secunda a Boone en la parte de la defensa aunque sin ejercer su autoridad como debiera. Esto deja flancos débiles en las decisiones de Boone, pero éste no se amilana y les hace frente. En la sociedad de Alexandría no se comprende el objetivo de Boone: la integración de negros y blancos. Aún siendo la primera ciudad norteamericana que inauguró la escolaridad de ambas razas bajo un mismo techo. Los blancos, durante largo tiempo, asistirán a los partidos ocupando un sector especial alejado de los negros. La única que marca la diferencia es la pequeña hija de Yoast que, aunque criada en los conceptos de la discriminación (la pequeña actriz hace gala de un gran histrionismo), se amolda rápidamente y acepta como natural la convivencia entre negros y blancos. En los partidos se ve la fiereza que logran The Titans, una institución idolatrada cuya perfomance de los 70 no ha sido olvidada, de allí la razón de ser de esta película. Los jugadores deben integrarse sí o sí para ganar. Y esto los ayuda en la vida diaria a dejar de lado las diferencias raciales. Las familias de los jugadores lo lograrán más duramente y con el tiempo. Y mucho más tarde la sociedad de Virginia, que asiste conmocionada a la repercusión de los logros de The Titans y a la amistad entre los entrenadores Boone y Yoast. La realización, el montaje, y buena parte de los diálogos, específicamente en el caso de Boone y Yoast y durante los entrenamientos, son sólidos, transmiten un mensaje primario, pero no por eso menos reconfortante, de convivencia, de hermandad. Las escenas referidas a los partidos, claves en la existencia de The Titans, están muy bien narradas cinematográficamente sin apelar a efectos especiales, buen manejo de cámara y mucho mejor montaje. En cambio, resultan poco convincentes los diálogos fuera del ámbito del estadio, cuando los jugadores se relacionan con sus familiares, novias y amigos. El guión resulta allí particulamente endeble al no permitirle a los personajes desarrollar una idea más adulta del buen trato, de la solidaridad, de la no discriminación. El "american style life" está excesivamente manifiesto restándole potencia a diálogos y algunas situaciones: es obvio que, finalmente, los padres aceptarán la buena armonía entre sus hijos blancos y los jugadores negros. La historia norteamericana así lo ha establecido por lo que sería imposible que, al final, no se lleven bien ambas razas con mayor o menor vehemencia según los casos. Una película para amantes de los deportes en general y para especialistas en "fútbol americano" en particular.

Por último, los dejo con un pedacito de la película.


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